Ha sido una proeza y una prueba para los valores de San Antonio. Nos ha llevado a repensar el negocio en un contexto donde éramos bastante tradicionalistas, ese contexto aceleró la necesidad de innovar para optimizar nuestros costos y funcionar de otra manera. Nosotros no decidimos transformar el negocio cuando el flujo de caja ajustaba, sino que este proceso se efectuó incluso antes, que la plata falte en el negocio. Teníamos que maximizar el espacio de la tienda, es un proceso que tiene varias semanas cocinando sino es los dos meses completos de la pandemia.
¿Qué esperan de este cambio?
Lo que hay que esperar es como el mercado responde, si bien es cierto hemos sido sumamente innovadores y hemos cambiado muy rápido tenemos que medir con mucho cuidado los resultados de nuestras decisiones por dos factores: validar que la decisión que hemos tomado es la mejor, o hacer los ajustes necesarios para que el modelo de negocio llegue al éxito.
¿Cuál crees que han sido los principales desafíos para ejercer liderazgo durante estos días?
El principal desafío es hacia el personal de la empresa, lidiar con sus miedos y ansiedades fue todo un reto. El hecho de transformar el negocio si bien tiene una alta demanda operativa no se puede poner en el mismo nivel de haber tenido que transformar el pensamiento de las personas. A medida que iban pasando la semanas, muchos de los trabajadores de San Antonio comenzaban a tener “miedo”, porque muchas empresas iban cayendo o quebrando. Nuestros propios trabajadores nos fueron ayudando voluntariamente a tener la seguridad que íbamos a traer equipos para operar bajo este nuevo modelo de negocio.
¿Todas las empresas pueden adaptarse?
Todos tienen la capacidad adaptativa lo que falta desarrollar es vencer el miedo para poder adaptarte. La capacidad de hacerlo rápido está ligado a cambiar las cosas que están a tu alrededor a tiempo. Si tú no eres capaz como líder de ser un agente de cambio, la organización no va a cambiar. Siempre insisto con lo siguiente: Yo no fui el que cambió el modelo de negocio, fuimos todos los que estamos inmersos en esta cultura de cambio. Los negocios hoy en día son cada vez más cambiantes y los escenarios de planificación no pueden ser tan prolongados. Hoy dia vivimos épocas donde la planificación puede tener horizontes de seis o hasta tres meses, nosotros ya estábamos acostumbrados a eso.
¿Qué valoras más de tu equipo en estos momentos?
Del equipo hemos recibido muchísimo compromiso, de los directores y los gerentes de la compañía mucho alineamiento en las decisiones, y entre todos apoyamos este cambio sin dudas. Teníamos claro que había que transformar el negocio para poder subsistir.
¿Qué lección nos deja este pandemia?
La velocidad es un factor determinante hoy en día y no podemos esperar a que las cosas pasen en tiempos largos. Si no cambiamos inmediatamente lo único que va a pasar es que cualquier organización, desde el Estado hasta una pyme, va a fracasar. La Universidad del Pacifico tiene una gran particularidad: es que todos sus alumnos son inteligentes, sumamente proactivos y gestores del cambio, tanto en pregrado como en postgrado.
Mi consejo es que hay que estar muy concientes que al mismo tiempo de planificar debemos convertirnos en gestores de cambio. Ese es un esfuerzo que demanda muchísimo trabajo, energía y tiempo, pero debemos hacerlo para que las cosas cambien.