Los clientes y consumidores exigen más de las marcas, estando dispuestos en muchos casos, a compartir información con la condición de generar una mejor experiencia y un mayor valor percibido. Sumado a lo anterior, existe ahora la disponibilidad de tecnología en la nube, que facilita el proceso de datos que antes solo las más grandes empresas podían acceder. Es en este entorno es en el cuál la aplicación de la ciencia de datos se convierte en el valor diferenciador para el marketing, pero que aún no muchas organizaciones utilizan en todo su potencial.