La discapacidad en nuestro país es sinónimo de invisibilidad. Una invisibilidad que desde el Estado, empresa y sociedad aún no se considera como prioridad. Una invisibilidad que, según el Censo de Población y Vivienda del 2017, afecta al 10.4% de la población total de nuestro país.
Miremos de cerca a nuestro equipo de trabajo, ¿existe alguna persona con discapacidad en mi área? ¿O en otra área de la empresa? ¿Cuántas son dentro de la organización? Si la respuesta a estas tres preguntas es "no", entonces es momento de replantear nuestras políticas de selección de personal y abrir nuestra cultura corporativa a perfiles distintos, brindando a personas con habilidades diferentes la oportunidad de desarrollar su talento en nuestro equipo y sentirse valoradas.
Es importante repotenciar la comunicación entre cada nivel de la empresa, conocer claramente el significado de palabras como "inclusión", "discapacidad" o "tolerancia y respeto", reconocer el importante papel que cumple el sector privado como empleador y el trabajo como vehículo para eliminar la discriminación y promover el empoderamiento de las personas que han estado relegadas por el mercado laboral durante décadas.
En el 2017, la
Organización Mundial de la Salud señaló que el 15% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad. En el "Informe mundial sobre la discapacidad", se analizó la situación actual de las personas con discapacidad, y se puso en relieve las lagunas existentes en el conocimiento de este problema con hincapié en la necesidad de llevar a cabo más investigaciones e impulsar la formulación de políticas.
Dentro de mismo informe se brindan recomendaciones para el sector privado como:
- Facilitar el empleo para las personas con discapacidad, asegurando que la contratación sea equitativa, que se ofrezcan adaptaciones razonables y que los empleados que adquieran alguna discapacidad mientras desempeñan su trabajo cuenten con apoyo para reintegrarse al mercado laboral.
- Eliminar los obstáculos para el acceso a la microfinanciación, de modo que las personas con discapacidad puedan desarrollar sus propios negocios.
- Desarrollar servicios de calidad que apoyen a las personas con discapacidad y sus familias en diferentes etapas de su ciclo vital.
- Asegurar que los proyectos de construcción, como espacios públicos, oficinas y viviendas, incluyan un acceso adecuado para las personas con discapacidad.
- Asegurar que los productos, sistemas y servicios de la tecnología de la información y comunicación sean accesibles para todos.
Por Natalia Manso, docente de Pacífico Business SchoolEl artículo completo fue publicado en la página web del diario Gestión, lo puede leer en este enlace.