PhD en Administración de Empresas y Directo del MBA de Pacífico Business School​

En la actualidad, la disrupción en las empresas se ha convertido en un tema cotidiano. Esta sucede a raíz de varias fuentes. Hay disrupción que afecta a los modelos de negocios, hay disrupción ocasionada por cambios en la demanda y exigencias de nuestros clientes, otra ocasionada por la evolución de las tecnologías de la información, comunicaciones y la IA. Hay disrupción causada por cambios en la cadena de suministros y la lista sigue. Esta situación obliga a los directivos a imprimir una política de transformación en sus negocios, según el profesor Nacho Marijuan del IE Business School. De acuerdo a un estudio global realizado por la consultora EY sobre el manejo de riesgos, el 82% de los directores consultados reconoció que las disrupciones suceden mucho más frecuentemente y el impacto que producen es cada vez más severo. Lejos están los días de “cisnes negros" como explicó Nicholas Taleb en su libro del mismo nombre ahí por el 2006. En él describía a un “cisne negro" como un evento de poca probabilidad de ocurrencia, sobre el cual no se tiene experiencia respecto a cómo enfrentarlo y con capacidad de generar un efecto devastador. Sin embargo, hoy los cisnes negros parecen ser lo cotidiano. Por tal razón, se requiere por parte de los gerentes, un cambio radical en la forma de liderar. 

El cambio de mentalidad implica imprimir una visión y propósito que incorpore en primer lugar “estímulo y pasión", los cuales serán determinantes para que los miembros de la firma se alineen con la nueva visión. “Escala", que será vital para que los colaboradores proyecten el cambio en sus respectivas áreas y geografías. “Foco", que se convierte en un factor crítico ante tanto ruido que distrae y confunde. “Vigilancia" que implica el tener todos los “radares" prendidos para detectar nuevos riesgos y así poder reaccionar a tiempo. “Simplicidad", toda visión debe ser compartida y explicada con facilidad. Las grandes ideas son pro​ducto de la interacción entre colegas que trabajan en un ambiente donde el intercambio fluye con simpleza. 

​Por último, para poder redondear la tarea, habrá que realizar una transformación en la forma de ejecutar. El hacerlo en forma ágil y eficiente será la clave, porque el cambio continuo exige el responder no solo con ideas, sino con productos y servicios que deben llegar al mercado oportunamente.