Las fiestas de fin de año suelen traer consigo invitados no deseados, ya que, por lo general en esta época, aumenta la carga laboral, los compromisos personales, y nos presionamos por cumplir objetivos antes que cierre el año. Es en este contexto, que el estrés y la depresión suelen aparecer y afectar nuestra salud mental y emocional de manear inesperada.
A continuación, vamos a ofrecer algunas sugerencias que te permitirán hacer frente a este escenario y reconectar con la ilusión del fin de año.
- Propósito: No olvides la razón de ser de las fiestas de fin de año. Recuerda y conecta con el propósito que ellas traen: unión familiar, reencuentro de amigos, la oportunidad de cerrar ciclos y la ilusión de iniciar un nuevo año. Teniendo esto en cuenta, define con claridad ¿Cuál es tu propósito para esta época del año? ¿Qué es aquello que quieres lograr? ¿Quién quieres ser en esta etapa? Cuando logres encontrar estas respuestas, podrás conectar con tu esencia como norte para salir delante de esta época desafiante y hermosa.
- Priorizar: Los recursos más relevantes en esta época son el tiempo y el dinero. Considerando esto, es necesario preparar una lista de las personas más importantes a las que quieras llegar, así como los montos que vas a invertir en cada una y el tiempo que les dedicarás. Si tienes alguna duda al priorizar, puedes preguntarte ¿Cómo estas prioridades me acercan a mi propósito? y verás como esa respuesta te permitirá decidir con facilidad.
- Comunicar: Para construir tu propósito y lograr que tu lista de prioridades funcione, tienes que estar dispuesto a decir no a aquellas cosas que no son relevantes. Esto no significa que lo hagas de mala gana o agresivamente. Esto significa que deberás generar conversaciones con las personas de tu entorno con quienes deberás compartir tu propósito y prioridades para hacerles pedidos de apoyo que te permitan transitar esta época de la mejor manera.
- Aceptar: Es fundamental que reduzcas tus niveles de autoexigencia. Aceptar que no podrás ser el padre, amigo, hijo, colaborador, jefe o deportista perfecto y que está bien que sea así (al menos por unas semanas). Este proceso personal te permitirá vivir esta coyuntura de manera más fluida.
Date la licencia de equivocarte, de cerrar la computadora dejando algunos temas pendientes, de dormir un poco más para recuperar energía. Peeeero, si no haces todo esto sin culpas, entonces carecerá de sentido. Cuando decidas hacerlo, repite en tu cabeza: "Está bien que lo haga pues me lo merezco y lo necesito"
- Calma: Cuando tengas unos minutos, has ejercicios de reconexión y alineamiento. No necesitas dedicar media hora a meditar o hacer yoga (que estaría buenísimo que lo hagas) pero bastará con que pongas tu espalda recta y hagas tres repeticiones de respiración consciente para ayudarte. Inhala por la nariz contando hasta cinco y exhala por la boca contando hasta cinco. Esto lo puedes hacer en la ducha, antes de responder un documento importante, antes de dormir, cuando lo consideres necesario. Pruébalo verás cuanto ayuda.
Para evitar que el cansancio se haga crónico y poder iniciar el próximo año cargado de energía y buenos augurios, es importante que decidas vivir este proceso con la alegría de cerrar un año que se va y la ilusión de iniciar uno nuevo.