Por Ben Schneider
Empresario y director del MBA de Pacífico Business School
El
entusiasmo por emprender hace que se soslayen consideraciones importantes que,
más tarde que temprano, salen a relucir.
Toda
creación de un negocio requiere de la unión de esfuerzos que conllevan a sumar socios
sean estos personas naturales o jurídicas. El lograr una buena selección de
socios será determinante para el éxito del emprendimiento. Lamentablemente,
entre el 50% y el 80% de las sociedades fracasan durante los primeros años de
su formación.
Resulta,
que muchas veces el entusiasmo por emprender hace que se soslayen consideraciones
importantes que más tarde que temprano salen a relucir, comprometiendo
seriamente el funcionamiento de la Firma.
Por ello,
antes de empezar, es importante responder a las siguientes interrogantes según
recomiendan Rebeca Zucher Y Jonathan Becker en “Next Step Partners y The
Partnership Works”:
¿Estamos
seguros de estar alineados en cuanto a las expectativas que tenemos sobre el
proyecto? ¿Cuánta dedicación está dispuesto cada uno a asignarle? ¿Cómo
valorizaremos nuestras contribuciones? Este primer grupo de preguntas fijarán
las bases del acuerdo. Un aspecto será la participación accionaria, más otro La
retribución salarial. El alinear expectativas y plasmarlas en acuerdos a nivel
de socios y dentro de la familia de ser el caso, asegurarán un buen punto de
partida.
El segundo
grupo de interrogantes a responder está ligado a la operación en sí: ¿Cómo será
el proceso de toma de decisiones? ¿Cómo nos conduciremos si no hay acuerdo o
más aún si se genera un conflicto? Generalmente el plan inicial requiere de
ajustes estratégicos que justamente se dan cuando las cosas no marchan como se
esperaba. Esto puede generar puntos de fricción. Normalmente, las competencias
entre socios son complementarias y podría ser lógico que cada uno asuma un rol
protagónico dentro de su especialidad. Habrá que evitar caer en reproches en caso
afloren sentimientos de injusticia al no interpretar bien las contribuciones de
cada parte.
Esto nos
lleva a preguntarnos: ¿Cuál es el plan a seguir a la luz de la coyuntura?
¿Cuáles son los desequilibrios o desigualdades detectadas? ¿Quién asume que?
Recordemos que estamos haciendo un ejercicio de prospectiva antes de asumir
emprender un nuevo proyecto y seleccionar socios. De ahí la importancia de
plasmar lo acordado en documentos que servirán de guía a la hora de operar.
El
planificar bien una sociedad equivale a “inmunizarla” contra eventos que a la
larga detonarán su éxito, y permitirá que las mejores mentes de la organización
se dediquen a desarrollarla privilegiando la creatividad y excelencia operativa
y no distraerse en conflictos internos que desgastan y eventualmente destruyen.
La columna fue publicada el 18 de diciembre del 2023 en el Diario El Comercio.