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¿De qué forma evolucionamos en una empresa?, por Ben Schneider

29 de marzo del 2022 | 00:00

Por Ben Schneider
Empresario y director del MBA de Pacífico Business School​

Es muy importante saber en qué grado de crecimiento profesional se encuentra cada colaborador de una compañía, y así promover su talento, cuando corresponde.

El sociólogo y catedrático Everett Rogers produjo un gran impacto al desarrollar la "Teoría de la Difusión de Innovaciones", y acuñó el término 'early adopter' para identificar a aquellos individuos que son proclives a interactuar con nuevas tecnologías, a la manera de los pioneros.

Rogers también popularizó el concepto de la curva de aprendizaje "S", que permite identificar en qué etapa del conocimiento se encuentra cada colaborador asignado a un puesto específico. Las personas desarrollan expertise tras un proceso que empieza con el "punto de partida" o 'launch point', (en la sección baja de la letra "S"), donde el esfuerzo y sacrificio del individuo para aprender y desarrollar las competencias necesarias es lento, y conlleva experimentos de pruebas-error controlados, hasta que pasa a la segunda sección de la curva "S" (sección media), denominada 'sweet spot' o zona de 'disfrute', donde el aprendizaje se acelera y el colaborador mejora ostensiblemente su desempeño.

Luego pasa a la tercera sección de la curva "S" (zona superior) denominada 'maestría'. Es en esta área donde la persona consolida su desarrollo en el puesto y su labor se vuelve fácil de ejecutar, pero a la vez rutinaria, por lo que el aprendizaje se "achata" o desacelera.

En este punto hay que tomar en cuenta que, casi siempre, la naturaleza humana requiere de la búsqueda de nuevos retos y, por supuesto, de nuevas experiencias.

La curva "S" no solo ayuda a los individuos a desarrollar sus carreras, sino que es muy útil para la gerencia, que debe entender a su capital humano como un portafolio de curvas "S", donde hay que cuidar la evolución entre cada zona de la curva para los distintos miembros y sus equipos.

Por ejemplo, el no ser consciente que un colaborador ya lleva tiempo consolidado en su puesto en la zona denominada 'maestría', devendrá en un estado de complacencia o en su defecto, migrará a otra compañía en busca de nuevos horizontes. Una organización saludable tendrá un balance entre las secciones de la curva "S", de manera tal que, al promover a un colaborador a una nueva responsabilidad, empezará un nuevo ciclo en su curva personal.

Esta técnica es muy poderosa para desarrollar y, sobre todo, para retener talento, en una época en donde el reto principal es capturar en forma sostenida el conocimiento de los miembros de la organización.


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