Por: Carlos Parodi, Docente de la Maestría en Gestión Pública de la Universidad del Pacífico
Fuente: La República.
Nuestra economía no solo produce el 0.34% de lo que se produce en el mundo, sino que además está abierta al exterior. Como consecuencia se ve afectada por lo que ocurre con la economía mundial, tanto por lo positivo como por lo negativo. Así lo advierte Carlos Parodi, docente de la Maestría en Gestión Pública de la Universidad del Pacífico.
Entre el 2003 y 2012 –dice Parodi–, el entorno económico externo fue favorable para el Perú. Los altos precios de las materias primas, inducidos por la creciente demanda de China; así como las bajas tasas de interés, permitieron el acceso a financiamiento externo barato. Ese entorno, más la disciplina macroeconómica interna, posibilitaron un ‘crecimiento sin desarrollo’, debido a que no se hicieron las reformas estructurales necesarias que aseguren la igualdad de oportunidades para todos con un Estado presente. La ausencia de reformas en temas tan sensibles como educación, salud, seguridad ciudadana, entre otros, estuvieron ausentes, al mismo tiempo que la economía crecía. Ello impidió que todos se beneficiasen de las buenas cifras macroeconómicas.
“En julio asumirá el poder el nuevo gobierno y el entorno externo se muestra desfavorable. La economía mundial está atravesando por una etapa de incertidumbre y turbulencia, que se mantendrá al menos por algunos años más. Ello obligará al nuevo gobierno a ‘remar contra la corriente’, una tendencia que viene desde 2013”, explica el especialista en Gestión Pública.
En primer lugar, China se mantendrá desacelerada. Ya no crecerá a tasas por encima de 10% como lo hizo durante el auge de 2003-2012. Ahora se esperan tasas entre 6% y 6.5%, al menos para los siguientes cinco años. Esto significará que difícilmente China se mantendrá como el motor de la economía mundial, y que los precios de las materias primas estarán por debajo de sus niveles históricos.
En segundo lugar, la Eurozona mostrará la misma tendencia, a pesar de la enorme inyección de euros por parte del Banco Central Europeo dentro de la idea, similar a la de los Estados Unidos, de proveer de liquidez para estimular la demanda y reactivar la economía. Japón anda en lo mismo. En ambos casos la tasa de interés se encuentra en 0% y con perspectivas débiles de crecimiento.
En tercer lugar, la Reserva Federal (FED) contempla al menos dos aumentos en su tasa de interés a partir de junio, lo que sin duda impactará sobre un aumento en el costo del financiamiento externo y una salida de dólares que presionará el tipo de cambio hacia el alza.
En este contexto, al Perú le esperan muchas dificultades para crecer. A pesar de ello, el FMI proyecta una tasa de crecimiento de 3.7% para 2016 en nuestro país, muy distinta de las proyectadas para Brasil (-3.8%), Argentina (-1.0%), Ecuador (-4.5%) y Venezuela (-8.0%).
Si el nuevo gobierno enfrentase un entorno externo similar al del período 2003-2011, la cifra proyectada podría ser el doble. Pero, así como el entorno externo importa, el político también. Así pues, la tarea clave será la implementación de reformas desde el 29 de julio de 2016.
Más información
Charla Informativa: 05 de mayo
Lugar: Universidad del Pacífico
Hora: 7.00 p.m.
Confirmaciones: maestrias@up.edu.pe