En la actividad empresarial son innumerables las situaciones que producen presión y nervios. Las profesoras del IMD de Suiza recomiendan cómo gestionarlas.
En toda actividad del quehacer humano suceden situaciones que le demandan desenvolverse con mucha solvencia y diligencia, sobre todo cuando lo que está en juego es un asunto importante y de trascendencia.
Sin embargo, la presión, los nervios, la adrenalina que se generan previo a un evento, muchas veces producen el resultado opuesto, porque el individuo queda atrapado en sus miedos, llegando inclusive a paralizarse o sufrir pánico escénico, y, claro, su 'performance' decepcionará con las implicancias que conlleva.
En la actividad empresarial son innumerables las situaciones que pueden derivar a un comportamiento como ese y el mundo del deporte puede ser muy útil para entender este fenómeno. Por ejemplo, para un futbolista practicar tiros penales es una rutina, pero cuando debe hacerlo frente a 40.000 espectadores y esa jugada es determinante para alcanzar la victoria, la cosa cambia diametralmente.
¿Cómo evitar caer en estas situaciones? Dos profesoras de la escuela de negocios IMD de Suiza, la doctora Alyson Meister y Maude Lavanchy, han encontrado cómo aprovechar las mejores oportunidades que ofrece nuestro puesto de trabajo, sin ser víctima de la presión extrema.
Recomiendan, en primer lugar, imaginar la situación a afrontar una y otra vez, practicándola mentalmente. Steve Jobs sobresalió por sus fantásticas presentaciones de los nuevos productos de Apple, pero lo hizo a punta de prácticas y recreaciones innumerables en su mente.
En segundo lugar, precisan que se debe simular situaciones que generen presión. Por ejemplo, entrenadores de futbol obligan a jugadores diestros a chutar solo con el pie izquierdo durante los entrenamientos, con el fin de generar situaciones de “presión" y practicar cómo desenvolverse en ellas.
En tercer lugar, recomiendan desarrollar rutinas preconcebidas para mantener el foco y evitar caer en pánico. Un buen ejemplo de esto son las 12 rutinas que Rafael Nadal repite cada vez que va a ejecutar un saque.
En cuarto lugar, sugieren que cuando se está en plena ejecución no se debe “sobre analizar" la situación, sino dejar que nuestra energía fluya. Confiar en nosotros mismos, sabiendo que estamos bien preparados para resolver el reto planteado.
Por último, aconsejan asumir una actitud positiva hacia la presión, aprendiendo a disfrutar de ella. Esto es más fácil decir que lograr, pero es la clave para ser resilientes en un entorno que imprime cada vez más cambios disruptivos con un ingrediente de alta incertidumbre.
Por Ben Schneider
Empresario y director del MBA de Pacífico Business School