Todo profesional tiene una visión de lo que le gustaría lograr en la línea ascendente de su carrera. Sin embargo, muchos quedan atrapados en un puesto de trabajo específico, y la rutina y presión diaria, hacen que se aleje cada vez más su visión.

Muchas veces las habilidades requeridas para la posición en la que el ejecutivo se encuentra, no son todas las que su puesto deseado necesita, y si uno no logra impactar con su desempeño, no será considerado por sus jefes para avanzar y ser promovido. Dorie Clark, en su libro: "The long game", aborda la problemática de cómo planificar en el largo plazo, en un mundo cada vez mas caracterizado por el corto plazo. En el libro, se describen cuatro principios que nos ayudarán a no quedar anclados en nuestro puesto actual, y lograr transitar hacia nuestro objetivo deseado.

El primer principio pasa por analizar la estrategia de valor de nuestras actividades. Esto implica el identificar qué habilidades requeridas en nuestro trabajo actual se alinean con nuestro puesto objetivo y tras una introspección sincera, determinar las habilidades que no tenemos y que serán necesarias en la nueva posición.

El segundo principio exige el conseguir aliados en la organización, sobre todo al jefe inmediato, para asegurarle por un lado, el compromiso que tiene uno con su puesto actual, pero compartiendo con él la visión de proyección profesional que uno tiene.

El tercer principio implica que desarrollemos nuestra "marca". Uno de los retos más difíciles de afrontar al avanzar en la línea de carrera de un profesional, es el reinventarse una y otra vez. Generalmente, para los jefes, no es fácil el visualizar la proyección en la carrera de sus subordinados. Por ello, será fundamental el adaptar nuestra narrativa emulando estar posicionado cerca al puesto deseado.

El cuarto principio requiere el dar el 120% del tiempo y esfuerzo en el trabajo. Así, lograremos cumplir satisfactoriamente con las exigencias de nuestra responsabilidad presente, y dedicarle el esfuerzo adicional a adquirir las habilidades que nos faltan a través de actividades voluntarias, apoyando a colegas que funcionarán como `coaches' y mentores.

La distancia entre el puesto actual y el deseado se torna cada vez más irritante. De ahí la necesidad de escapar de la trampa del "corto plazo" valiéndose uno de los cuatro principios aquí detallados. Lo último que hay que perder es la ilusión.​

La columna fue publicada el 22 de mayo del 2023 en el Diario El Comercio.​​

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