Tienes varios años como gerente y disfrutas lo que haces. Al igual que muchos directivos de tu empresa y colegas en otras organizaciones, andas "a mil" durante todo el día y a medida que pasa el efecto pandemia, esperas ir retomando más y más actividades sociales. Te levantas muy temprano para hacer deporte, para después trabajar y por ratos estar con tu familia, pero con tu ritmo de vida, sueles sentirte muy cansado durante tu jornada laboral y te estás volviendo muy dependiente del café. ¿Y el equilibrio entre trabajo, salud y vida personal? ¿Y cuándo te pondrás al día con ese déficit de sueño? ¿No son acaso aquellos ejecutivos que se levantan temprano, hacen deporte y leen mucho, más eficientes? Ansías poder descansar y dormir más horas, pero piensas que ese es un "lujo" que no puedes darte a estas alturas de tu vida. Se sabe que la falta de sueño afecta el rendimiento de las personas, ¿pero qué efectos tiene en el rendimiento general de las empresas? ¿No tendría un "payback" para las empresa el promover que sus colaboradores descansen y duerman más?
El híper-desempeño
En el 2015, el Foro Económico Mundial publicó un estudio sobre las "14 cosas que la gente exitosa hace antes de desayunar", refiriendo que se despiertan antes que amanezca, se ejercitan al extremo, pasan un rato en un proyecto personal -como pintar un cuadro-, meditan para despejarse y trabajan en algún asunto importante de la oficina, entre otras actividades. En el mundo corporativo hay un culto creciente hacia el desempeño extremo y se compite no solo por sacarle más provecho al tiempo laboral, sino también al personal. Y si a todo esto agregamos la híper-conectividad de las empresas y el teletrabajo, donde muchas veces se valora que estemos disponibles para responder llamadas o emails las 24 horas del día y los 7 días de la semana, ¿donde queda el descanso y en particular, el sueño?
Tim Cook, CEO de Apple, se levanta a las 3.45 am, revisa sus correos electrónicos por una hora, va al gimnasio, luego al Starbucks y después a la oficina. Mary Barra, CEO de General Motors, suele llegar a la oficina a las 6 am.
Efectos de la falta de sueño
La falta de sueño, así como el no comer bien o tener poca actividad física, impacta negativamente en nuestro organismo. El no dormir bien afecta la parte frontal de nuestro cerebro y por ende, en esos casos resulta extremadamente difícil procesar información, lo que incluye todos los procesos cognitivos más importantes, como solución de problemas, razonamiento, organización, planificación y la ejecución de planes.
En un estudio de McKinsey de 2016 entre 200 altos ejecutivos de empresas globales, el 59% reconoció que no logra dormir lo suficiente en por lo menos 3 noches de la semana y el 66% admitió sentirse insatisfecho con la cantidad de horas que duerme en general.
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