Por Ben Schneider
Empresario y director del MBA de Pacífico Business School
Las redes sociales han expandido exponencialmente nuestra audiencia y con ello no solo se presentan oportunidades, sino también aparecen riesgos.
El avance en la línea de carrera de toda persona en cualquier tipo de organización depende de cómo logra convencer a terceros sobre el valor que aporta. En el mundo de hoy, cada uno de nosotros posee su marca propia, la que debemos enriquecer y cuidar con sumo celo para no desprestigiarla.
Las redes sociales han expandido exponencialmente nuestra audiencia y con ello no solo se presentan oportunidades, sino también aparecen riesgos de consideración.
Si bien creemos que nuestra marca está bajo el control de nuestros actos, hoy por hoy ya no es el caso. Jeff Bezos, el CEO de Amazon, compartió esta definición: “Tu marca es lo que la gente opina sobre ti cuando tú no te encuentras en la sala de reunión".
La marca es un conjunto de asociaciones, creencias, sentimientos y expectativas que colectivamente la gente se forma sobre una persona. Por lo dicho, nuestra responsabilidad será el asegurar que la narrativa creada alrededor de nuestros actos sea coherente y ajustada con nuestro desempeño presente y potencial futuro.
Los doctores Jill Avery y Rachel Greenwald del “Harvard Business School" han investigado y desarrollado un nuevo enfoque de 7 pasos para construir adecuadamente nuestra marca.
El primer paso es definir nuestro propósito, una visión de largo plazo sobre el impacto que deseamos lograr ante diversas audiencias. El segundo paso requiere el auditar nuestra marca presente contrastando el resultado con el propósito definido.
El tercer paso implica el construir nuestra propia narrativa. Una marca es en esencia una historia que uno comunica a distintos “stakeholders". El cuarto paso exige el que le demos vida a la marca. En cada interacción social querámoslo o no, estamos expuestos a que la gente se forme una opinión sobre nosotros. El quinto paso incorpora la comunicación formal a través de la cual escogemos publicitarnos. El sexto paso nos lleva a socializar nuestra marca lo que ayudará a expandirla y a la vez obtener “feedback" de cómo nos perciben. Por último, el séptimo paso nos llevará a corregir y ajustar el rumbo ya que la formación de nuestra marca es un proceso dinámico que nos exigirá realizar “introspecciones sinceras" para asegurar que la imagen que proyectaron se correlacione con nuestras habilidades “duras" y “blandas" y a la vez, mantener una actitud abierta hacia el aprendizaje continuo, sobre todo en un mundo tan cambiante y disruptivo como en el que vivimos.
La columna fue publicada el 16 de octubre del 2023 en el Diario El Comercio.